24 julio 2007

Flotante

Rodeando la cavidad bucal se encuentran las letras.
Letras que dejo escapar por la rendija invisible
de la debilidad
que aparece al agarrarse a las columnas
que sujetan lo que soy.

No entiendo lo que pasa,
me confunde el ardor del camino que hay ante mi,
piso sobre un inconfundible crujir de insectos anodinos
que corretean sobre eso que no comprendo.

Y lo peor
no es sólo oir
de ti, y de ti
sino saber
que la etapa está acotada
que no agotada
en un punto difuso
traslúcido
que veo con tus gafas de neón.

¿Cuándo dejará de absorber
este pólipo mental
mis ideas descolocadas,
el desorden volador
que me rodea
con sus tentáculos
sin tocarme?

Cuando no haya nada de eso
abarcaré,
con mis brazos abiertos,
y mis locas ideas
el mundo que imagino.

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